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Fungicida sistémico: el más rápido y eficaz

noviembre 12, 2020
Fungicida sistémico

Un fungicida sistémico es la ayuda ideal para aliviar los problemas causados por las enfermedades en las plantas y cosechas. Conocer lo mejor de estos productos en el mercado y la manera correcta de aplicarlos mantendrá la salud de las plantaciones en un estado óptimo

En la actualidad la cantidad de enfermedades causadas por hongos en las plantas, supera las 8000 variedades. Estas afecciones son las que en la actualidad disminuyen de un 70 a un 80% de la explotación agrícola. Lo anterior impone la necesidad de contar con fungicidas de la mayor calidad, para atender a tiempo cualquier infección. 

Ya sea un árbol, cultivo o plantas, ninguno está exento a perecer ante los múltiples padecimientos posibles. Este artículo se orienta a explicar el funcionamiento, métodos de aplicación y utilidad de los fungicidas sistémicos. 

¿Qué es un Fungicida Sistémico?

Primeramente, debemos conocer la definición de fungicida sistémico para, desde esa base, aplicarlos a los cultivos. Ellos no son más que un producto preventivo y curativo que actúa directamente sobre los fitopatógenos. Al ser sistémicos atacan a la enfermedad ya desarrollada en el hongo. 

Con ello se asegura una cura y protección futura ante el brote de algún hongo en los cultivos o plantas en particular. La rápida absorción de esta sustancia es lo que le da una propiedad de erradicación tan efectiva, pero no se debe esperar en su aplicación, la cual debe hacerse ante los primeros síntomas. 

Es un requisito imprescindible para los fungicidas sistémicos la absorción por parte de la planta, la cual usan como vía de propagación efectiva. La diferencia con el otro tipo de estos compuestos (de contacto o protectores) es que los móviles o de acción sistémica son un poco más lentos, pero a la vez más eficaces. 

La planta debe estar cursando la etapa de crecimiento para que así pueda realizarse la absorción por parte de las raíces y tallos. De esa forma se asegura la erradicación de los hongos y una protección futura. Es conveniente que, incluso siendo un agricultor experimentado, revises tanto los químicos como el tipo de fungicida que requiere la planta. 

Algunos tipos de fungicidas sistémicos 

  • Dicarboximidas: Interfieren con la actividad y/o síntesis de ADN. Inhiben la germinación de esporas siendo muy usados en horticultura y en fruticultura.
  • Benzimidazoles: Inhiben la síntesis de la tubulina, el sitio de acción es un aminoácido de la β-tubulina. Facilidad de absorción por la planta por contener: metil tiofanato, tiofanato, benomil, carbendazim y tiabendazol.
  • Inhibidores de la biosíntesis del ergosterol (IBE): Actúan sobre: Ascomycetes, Basidiomycetes y Deuteromycetes. En general poseen fuerte acción contra oídios y royas, y según los casos contra hongos causantes de algunas manchas foliares de los géneros: Venturia, Alternaria, Penicillium, Monilia, Cercospora, etc. 
  • Estrobilurinas: Es uno de los grupos más recientes de fungicidas registrados y actualmente en desarrollo. Pueden tener cierto movimiento sistémico y redistribución por lenta absorción desde la capa cerosa de la cutícula, movimiento en fase de vapor y reabsorción en ceras cuticulares. Alta resistencia al lavado.
  • Fenilcarbamatos: Se utiliza principalmente en el control de Botrytis cinerea. Son efectivos contra hongos con resistencia a benzimidazoles

Modos de aplicar el fungicida sistémico

Fungicida sistémico

Cada producto incluye sus indicaciones de aplicación, las cuales son variadas pues está en dependencia del fungicida sistémico y su composición. De forma general ellos serían: 

  • Método foliar, en el cual las plantas y en especial las hojas son rociadas con el fungicida acertado para la enfermedad. Para una absorción completa y un efecto rápido se debe aplicar el producto a ambos lados de la hoja. 
  • Método de riego, en este se aprovecha el agua de riego para diseminar el fungicida. Aunque es más rápido y cómodo para los cultivos extensos, se debe tener un control eficiente de la distribución y cantidad de químicos a aplicar.

Consejos para su aplicación 

Lo principal en la aplicación de un fungicida sistémico es conocer primeramente el tipo de enfermedad que afecta tu planta o cultivo. Para obtener la perfección durante la cosecha es también importante reconocer a tiempo (tempranamente) la aparición de estos padecimientos.

La selección entre la variedad de fungicidas depende de los consejos anteriores, así como la velocidad y efectividad de acción. Otro consejo importante es, conocer los químicos activos que componen al producto y así saber cómo afectan a los microorganismos atacantes. 

Algunos se concentran en prevenir que los fitopatógenos desarrollen su ADN, ARN, lípidos, proteínas u otras moléculas. Conociendo estos detalles podrá seleccionar el que se adapte mejor a las condiciones de las plantas en cada momento.

Ventajas del uso de los fungicidas sistémicos

Fungicida sistémico

Se pueden enumerar una serie de puntos donde estos productos resaltan, sin incluir la destrucción y protección de infecciones por hongos. Lo que destaca a los fungicidas sistémicos por encima de los demás tipos se enumera a continuación.   

Cultivos protegidos internamente

Difiere en cuanto a los fungicidas de protección en cuanto a campo de acción, pues no protege solamente el exterior de la planta. Al ser absorbidos por las hojas la protección recorre y es efectiva en toda la estructura vegetal.

Efecto preventivo en la propagación 

No solo se desempeña en la erradicación de los patógenos y la inmunización temporal, como los restantes fungicidas. Los de acción sistémica llegan a las raíces y previenen una aparición de enfermedades por hongos en los siguientes cultivos. Esta ventaja es muy importante en cuanto a gastos, aunque debe velar la concentración de químicos

Menos agresivo con el medio ambiente

Los fungicidas sistémicos, desde la naturaleza de su funcionamiento y aplicación, no resultan una amenaza al medio ambiente. Por supuesto que lo anterior se basa en un uso adecuado y coherente del producto. En su mayoría son biodegradables dentro de la misma planta, sin efectos dañinos permanentes.

Mejoran la fisiología de los cultivos 

Los fungicidas sistémicos son capaces de incrementar la eficiencia en cuanto a resistencia de enfermedades causadas por hongos. Además, muchas partes de la planta se hacen más eficientes en crecimiento luego de su aplicación.

Menos cantidad para un mismo resultado

Si se compara la cantidad de fungicida sistémico que se necesita para erradicar un patógeno, se verá la resaltante diferencia con otros tipos. Es imprescindible para cualquier productor disminuir sus gastos en el control de enfermedades, y es por ello que este producto impacta igualmente en la salud de su bolsillo. 

Protección que perdura en el tiempo

En otro tipo de fungicidas el efecto no es muy prolongado y generalmente al perderse el contacto (con el paso de los días o el agua) pierden su efectividad. Sin embargo, al encontrarse dentro de la estructura de la planta, el producto sistémico asegura una protección longeva una vez aplicado.

Efecto extensivo en la fisonomía de la planta

Esta es quizás la ventaja más marcada respecto a los productos de contacto, pues con ello se debe atacar cada parte afectada por los hongos. En el caso de los sistémicos el cultivo con tan solo aplicarlo en sus hojas será totalmente curado e inmunizado

Como se había dicho, a este fungicida también se le conoce como tipo móvil, pues usa la propia estructura de la planta para propagarse y beneficiarla totalmente.

Menos degradación por el sol y la lluvia 

En otros tipos de fungicida, principalmente los de contacto, es común desperdiciar parte del producto por degradación solar o fluvial. Ocasionalmente ni siquiera se logra una aplicación efectiva debido a esos dos factores. 

En el caso de los fungicidas sistémicos el problema resulta imperceptible pues, a los pocos minutos de suministrarse, pasa al interior de la planta formando parte de su sistema. Es decir, ninguna zona afectada durará si el cultivo permanece al sol o bajo lluvia

Ejemplos de fungicidas sistémicos y su aplicación 

Fungicida sistémico

Un ejemplo de aplicación muy efectiva lo resulta el fungicida sistémico y bactericida basado en beltanol. Este producto se orienta principalmente a la eliminación y control de hongos que afectan las estructuras vasculares de plantas solanáceas y cucurbitáceas. Ellas incluyen al tomate, la berenjena, la sandía, el melón, el pimiento, el pepino y otras.

Entre los países europeos que utilizan este producto agrícola se encuentra Francia, donde los resultados de su aplicación son impresionantes, erradicando los problemas de afectación por Botrytis. Incluso logró mejorar cultivos ya muy desmejorados por el efecto de este hongo. 

Este compuesto posee poco más de un 35% de sulfato de Hidroxiquinoleína la cual es soluble en concentraciones de 1 y 5 litros, lo que la hace eficaz y poco dañina al ambiente. Tiene resultados demostrados en la protección ante enfermedades como la phytophthora, fusarium y otras.

Otro producto de amplia calidad probada es el Fósbel. El que se encuentra en la variedad de polvo soluble en los tipos: 80 PM, Extra y Plus. En su totalidad están compuestos por Fosetil, lo que le permite atacar enfermedades tanto en el tronco, hojas y raíces. La versión extra también contiene cimoxanilo que resulta eficiente contra el mildiu (enfermedad en la lechuga). 

De manera general este producto previene y cura enfermedades infecciosas como la gnomosis producida por la Phytophthora y el mildiu. Este, entre otros productos fungicidas sistémicos de diversas compañías, constituye un elemento indispensable en cualquier esfuerzo agrícola